sábado, 25 de enero de 2014

ARTÍCULO 5: BLOQUE V "CREACIÓN LITERARIA"

Al comenzar este bloque, tenía una idea de la creación literaria que, con el paso de las clases, me he ido dando cuenta que no era lo que yo me esperaba. La mayoría de nosotros al escuchar “creación literaria”, nos imaginamos a los niños creando cuentos, poemas o textos teatrales, haciendo volar su imaginación. Los chicos hablando de fieros dragones y monstruos y las chicas escribiendo sobre una pequeña princesa que necesita encontrar a un apuesto príncipe que le libre de aquel calvario.

Pues bien, este bloque no consistía en eso ni mucho menos, me ha sorprendido gratamente, pues en lo que consiste, además de en escribir, es conocer los diferentes formatos y diferentes actividades para realizar en el aula, algo, bajo mi punto de vista, que nos sirve de gran ayuda como maestros, para innovar y para motivar a los alumnos.

Aun así, debemos trabajar todas estas técnicas y no quedarnos anticuados, ir más allá de todo esto e innovar, incluso creando tu propio formato de cuento. De todos modos, como futuros maestros, debemos dirigir un poco el aprendizaje de los niños en este aspecto, pues no todos ellos son iguales, cada uno será más o menos creativo y si no das una serie de pautas los únicos que disfrutarían serían los más creativos y ante todo debe de haber una igualdad entre ellos.

Antes de adentrarnos en las estrategias de creación literaria y en sus diversos ejemplos, me gustaría señalar dos aspectos muy importantes, los cuales he aprendido durante el estudio de este bloque: Un concepto imprescindible es que la poesía no tiene porqué rimar. Desde pequeños, al pensar en poesía, pensamos en una estructura del texto donde rima la primera con la tercera frase, la segunda con la cuarta y así, comiéndonos el coco encontrando algo que rimase con la última palabra de la frase. ¡Menos mal que me han abierto los ojos!

Por otro lado, otro concepto interesante que hemos aprendido es qué es un poema en versículo, que se trata de un poema que ni rima ni tiene ritmo, algo curioso que nunca me hubiese llegado a imaginar.

A continuación, expondré diferentes estrategias o técnicas de creación literaria trabajadas y vistas en clase:

Poemas:
Poemas con comparaciones, donde, mediante una estructura fija “Mi mamá es como…” o “Mi papá es como…” los niños deben realizar comparaciones. Esto se realizaría en conjunto, de forma oral, mientras el maestro u otra persona escribe en la pizarra el resultado de las ideas.

“MI MAMÁ”
Mi mamá es como un ángel
Mi mamá es como una sonrisa
Mi mamá es como un tesoro
Mi mamá es como el amor
Mi mamá es como una reina
Esta es mi mamá (siempre como último verso)

A continuación, este texto realizado por cada uno de ellos, pueden copiarlo en un folio, si quieren cambiar algo con lo que no estén de acuerdo cambiarlo e ilustrarlo. De este modo podrán regalárselo a su madre. (Esta técnica puede ser utilizada para cualquier persona que los niños aprecien, un padre, una madre, un tío, un hermano, un amigo…)

También, en cuanto a la creación de poesía, podemos utilizar, entre tantas muchas, las siguientes estructuras:
1.      Determinante + nombre + “es como”+ (nombre)
2.      Determinante + nombre + “es” + “adjetivo” + “como” + (nombre)
3.      Determinante + nombre + “tiene” + sustantivo + “como” + (nombre)
4.      Determinante + nombre + “es” + (nombre)
5.      Determinante + nombre + “es (como)”… (después de varios versos)…así es mi mamá (verso cierre)
6.      “Es (como)”…

Una de las estrategias que trabajamos en clase que más me llamó la atención, fue la de utilizar la última palabra de cada verso para comenzar el verso siguiente (normalmente deberían ser sustantivos). Después de ello, deberás acabar el texto con el sustantivo con el que has comenzado. Veamos un ejemplo realizado en clase:

El perro juega con el gato
El gato trepa el árbol
El árbol tiene un pájaro
El pájaro vuela al nido
El nido tiene huevos
Los huevos son de cocodrilo
Los cocodrilos nacen en la rama
La rama se cuela en la casa
La casa cobija al perro.

Otra técnica que encontramos y que, me resulta bastante interesante es la técnica del “caligrama”, veamos ejemplos:


   


Más tarde, descubrimos otra técnica, “Acrósticos”, la cual se puede trabajar con los niños y niñas de la siguiente manera:
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Escribiendo el nombre de vuestro compañero de la derecha en vertical, ir sacando cualidades que le definan que empiecen con cada letra que compone el nombre.
-          
También podemos trabajarlo mediante, por ejemplo, grupos de objetos. Un ejemplo puede ser poner la palabra “Animales” en vertical y que de cada letra que componen la palabra deban sacar un animal.

Hay infinitas actividades que se te pueden ocurrir con este tipo de técnica, es simplemente cuestión de ponerse a pensar y ellos realizarán el resto. Con este tipo de actividades no sólo trabajas la creación literaria, puedes trabajar muchos aspectos como faltas de ortografía, palabras de la misma familia y cualquier otra competencia que se te venga a la cabeza, ya que el abanico de oportunidades es muy extenso. Además, este trabajo se podrá decorar e ilustrar, sirviendo así como regalo. Ejemplos de esta técnica son:
                   







Por otro lado, hemos visto otro tipo de técnicas conjuntas para trabajar en clase. Estas técnicas también son interesantes desde un punto de vista diferente, ya que no sólo trabajas creación literaria, con estas técnicas trabajas, de algún modo, la responsabilidad de los niños, haciéndoles ser responsables ya que sus compañeros dependerán del trabajo que realice. Estas técnicas son:
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“El cuaderno viajero”: Una técnica que se realiza colectivamente en la cual, cada niño, deberá tener el cuaderno y tiempo determinado, donde realizará su aportación a dicho cuaderno. En esta actividad se les puede poner una serie de pautas, o pedir que escriban algo determinado (por ejemplo escribir un cuento, una vivencia, una anécdota familiar…). Este cuaderno será algo muy preciado para ellos, un tesoro de la clase en el cual deben trabajar y cuidarlo lo mejor posible. Todavía recuerdo el cuaderno viajero que realicé en el colegio, un tesoro muy preciado para todos nosotros, del cual hicimos fotocopias a color y cada uno nos llevamos uno a casa. En el caso de no poder o no querer realizar fotocopias de este cuaderno, con el simple hecho de tenerlo en la biblioteca del aula los niños estarán contentos.
-       
   “Cuento corrido o seguido”: Es una especie de cuaderno viajero, en el cual los niños van siguiendo una historia. Yo soy partidario de que el profesor comience la historia, para dirigirlo de algún modo. De todos modos, esta técnica es una técnica oral, que entretiene y potencia la creatividad de los niños. Creo que es una técnica que puede ser de gran utilidad en las horas “críticas”, después del recreo o después de la hora de comedor.

Por otro lado, hay otra serie de técnicas como el “binomio fantástico” o la “hipótesis absurda”, que también viene muy bien para potenciar esa creatividad. Pero todas esas técnicas las tenemos en la lista de estrategias de creación literaria colgada en luvit y no creo que haya que indagar mucho en ellas teniéndolas a nuestro alcance en un documento.

Para finalizar, hay una serie de pasos que los niños deberían seguir al realizar la creación literaria, unos pasos básicos que ayudan a realizar correctamente el trabajo. Estos pasos son los siguientes:
1.      ¿Qué/cómo quiero decir?
2.      Realizar un borrador.
3.      Revisar y leer el texto.
4.      Corregir o mejorarlo.
5.      Pasar a limpio el texto.

Para más información véase también:



viernes, 24 de enero de 2014

ACTIVIDAD 4: ACTIVIDADES ANTES, DURANTE Y DESPUÉS


Título: "Una jirafa de otoño"
Autor: Andrés Guerrero
Editorial: Anaya
Colección: El duende verde
Edad recomendada: A partir de 6 años

Para comenzar las actividades de este libro, me gustaría resaltar un par de conceptos:

Por un lado, pienso que, aunque el libro esté dirigido a niños muy pequeños, concretamente los más pequeños de primaria, creo que es un libro que nos puede enseñar muchos valores, tengamos la edad que tengamos. Además, las prácticas las realicé con niños de esta edad, por lo que, conociéndoles, me hubiese encantado trabajarlo con ellos.

Muchas veces, cualquiera de nosotros nos hemos sentido diferentes y, por lo general, solemos relacionar lo diferente con algo malo. A medida que pasan los años y vas creciendo, sueles cambiar tu forma de ver esto, pero aun así, este libro se lo recomendaría a más de uno que todavía, con mi edad incluso más mayor, sigue pensándolo. Yo alguna vez me he sentido diferente, pensando que estaba solo, pero mi concepto ha evolucionado y, a día de hoy, lo diferente lo veo positivo, ya que nos aleja de estereotipos. Además, debemos aceptarnos tal y como somos, debemos ser nosotros mismos sin ningún tipo de problema al qué dirán. Espero que todas las personas que necesiten dar el salto y alejarse de lo común por miedo a ser diferentes llegue un momento que cambien su percepción de la realidad, y qué mejor método que leyéndose este libro.

Las actividades que propondría para trabajar este libro son las siguientes:

Actividades previas a la lectura:

Comenzaría con una serie de preguntas para trabajarlas oralmente en grupo:

- “Observando la portada y el título, ¿de qué crees que trata el libro?".

- “¿Qué animal vemos en la portada?”.

-  “¿Alguien sabe en que lugar vive este animal?".

- “¿Qué otro animales viven en el mismo sitio que nuestro protagonista?”.

- “¿Cuáles son las características de este animal?”.

- “En la portada aparece el nombre del autor, ¿alguien le conoce? ¿alguien conoce alguna otra obra suya?”

- “¿Qué es el otoño?” y cuando te respondan, “¿Qué otras estaciones del año hay?”

- “¿Por qué creéis que al animal se le cae una hoja?”

Más tarde, les propondría realizar un dibujo libre en el que representasen cómo creen que es el protagonista del cuento, de acuerdo a la portada.

Por último, me gustaría que leyesen la primera página del libro, donde el autor se dirige a ellos.

Actividades durante la lectura:

 “¿ Qué es lo que creéis que va a pasar?”

- “¿Creéis que la jirafa debería estar triste? ¿Por qué?”

- “¿Vosotros y vosotras os sentís iguales al resto?”

- “¿Creéis que la jirafa recuperará sus manchas?”

- “¿Por qué creéis que al pequeño hipopótamo le gusta cómo le queda el cuerpo sin manchas"

- “Imaginad y dibujad diferentes animales que les falte una característica propia de la especie. ¿Os parecen más o menos bonitos?”

Actividades después de la lectura:

“¿A quién le regalaríais este libro?"

- “¿Creéis que hay alguien cercano a vosotros que se siente como la protagonista del cuento?”

- “De todos los animales que salen en el libro, ¿Cuál os gustaría ser? ¿Por qué?”

- “¿Creéis que la jirafa echará de menos no tener manchas?”

- “Para vosotros ser diferente es algo negativo?”

Pienso que, mediante estas preguntas y, mediante este libro, se puede conocer muy bien a tus alumnos/as. 
Además, he de decir que es un libro que recomiendo a cualquier persona de cualquier edad.


ARTÍCULO 4: BLOQUE IV “LECTURA LITERARIA Y ANIMACIÓN LECTORA”

Bajo mi punto de vista, este es, sin duda, el tema más difícil para tratar en el aula. Actualmente y, según los métodos anticuados que se suelen utilizar en las aulas, los niños ven la lectura como algo obligado, una actividad aburrida que no les aporta absolutamente nada.

Nuestro trabajo como maestros es costoso, nunca se ha dicho que sea fácil y quien lo piense no tiene ni idea. Es un tema muy delicado que debemos tratar con mucho cuidado, intentando hacerlo lo mejor posible, pues la carencia de motivación e ilusión por leer hace que los niños arrastren ese problema durante el resto de su vida escolar.

¡Cuántos libros he leído obligado! y qué parte más ínfima de todos ellos he disfrutado…Un problema por el cual, ahora mismo, debo hacer un esfuerzo enorme por leer.

Se trata simplemente un proceso por el cual motives a los alumnos a leer, dejando plena libertad en la elección del libro, siempre y cuando hayamos dado el visto bueno como profesores pensando que es adecuado para su momento evolutivo. Las estrategias que se utilizan para que los niños lean son totalmente erróneas y contraproducentes, sólo hay que ver el resultado.

Los niños, hay veces que no saben leer pero se les obliga a leer un texto, por lo que no entienden lo que quiere llegar a decir. Por otro lado, hay otro tipo de niños que sí que saben leer pero que interpretan el texto según su punto de vista.

Recuerdo, amargamente, las clases de lengua en las que debías leer un texto en bajo, mientras uno de tus compañeros está leyendo en alto. Si mi compañero sabía leer de maravilla, con fluidez, yo me perdía constantemente, lo que desembocaba en dejar de leer y escuchar al compañero. El problema de esto, es que si estabas perdido y no conseguías saber por dónde iba la lectura, se te reprochaba e incluso te ponían un negativo. ¿Qué método es ese? ¿Acaso un método en el cual yo encontrase algún tipo de motivación en la lectura?... ¡NO!

Por el contrario, si mi compañero no sabía leer con fluidez, parándose continuamente, me obligaba a, adaptarme a su ritmo o simplemente leerme el texto de acuerdo a mi nivel, sin poder escuchar al compañero. Este es otro fallo garrafal del sistema.

La propuesta en el aula, gracias a mi aprendizaje en esta asignatura, sería la siguiente: O que todos los niños lean en voz baja, para la óptima comprensión del libro o, en su defecto, que uno de los alumnos lea un párrafo en alto, mientras los demás escucha, desarrollando así su escucha y la destreza lectora del niño/a que está leyendo para los compañeros, así como la entonación del texto. Otro error clave en el método de enseñanza actual: Leemos igual un texto en prosa, como un poema, al igual que un texto dramático, lo que nos lleva a no saber diferenciarlos de ninguna de las maneras.

Cuántas veces me habrán dicho en clase de matemáticas, después de realizar un problema: “El planteamiento y el resultado ha sido erróneo, ya que no has sabido leer lo que te piden”. Con esto quiero decir, que la carencia que creamos y que nos han creado a la hora de leer, se traslada a otros aspectos y asignaturas totalmente externas o contrarias a lengua y literatura.

A continuación, expondré una serie de actividades y preguntas, que propondré en el aula para la animación de la lectura, además de la buena comprensión del texto:

Actividades para antes de la lectura:

Demostrarle a los niños que la portada no siempre tiene que ver con lo que cuenta la historia. Con una sencilla pregunta como: “Mirad la portada y leed el título. ¿Qué creéis que sucede en la historia?” Después de leerlo, se darán cuenta que puede coincidir o no, la imagen de la portada con el contenido del libro. Tendrán una idea previa de qué es lo que dice el texto, además de desarrollar su imaginación y conocer a tus alumnos.

- Debes hacer saber a los niños, que detrás del libro te dice de qué va la historia, lo que les hace tener una idea previa de lo que ocurre.

- Una vez leído el título intentar realizar preguntas. A continuación pongo un ejemplo: “El libro se llama nunca seré tu héroe”, le puedes hacer preguntas tan sencillas como “¿Cuál es vuestro superhéroe favorito?”, “Si tuvieseis que inventar un héroe, ¿cómo sería?” o “¿Creéis que los superhéroes necesitan llevar un traje especial o tener superpoderes?”.

Actividades durante la lectura:

Podemos realizar un parón en la mitad de la historia y hacerles preguntas como:

 “¿Cómo creéis que sigue la historia?”

- “Si fueseis el autor del libro, ¿cómo seguiríais vosotros el cuento?"

- “¿Qué creéis que quiere decir el autor con este hecho?”

- “¿Alguna vez os habéis sentido así?”

- “Si fueseis el protagonista del libro, ¿qué haríais?”.

- “¿Os acordáis qué pasaba con el protagonista cuando…?”

Estas simples preguntas, ayudan a que el niño/a que esté leyendo el texto, siga mejor la lectura y no olvide aspectos fundamentales de la historia. Además, siento ser pesado pero, desarrolla su imaginación y su memoria.

Actividades después de la lectura:

Normalmente, tendemos a pensar que las actividades después de la lectura sirven para saber si el alumno/a ha entendido el texto, pero esto es erróneo. Como maestros, debemos utilizar esta estrategia para saber qué es lo que ha entendido del cuento, qué es lo que cada uno saca de él, ya que los niños/as son totalmente diferentes unos de otros.

Cuando terminan la lectura del libro podemos proponer las siguientes preguntas o actividades:

 “¿A quién le regalarías este libro?”.

- “¿Cómo hubieses terminado tú la historia” o “los protagonistas se han casado (por ejemplo), ¿Cómo crees que ha seguido su vida?”.

- “Que te firmen el libro los compañeros”.

- “Haz un dibujo que, para ti, defina perfectamente lo cómo has entendido el texto”.

- “¿Harías lo mismo que el protagonista si te pasase…?” “¿Crees que ha actuado bien?”

- “De todos los personajes que hay en el libro, ¿con cuál te sientes más identificado?”

Todas estas actividades, tanto de antes, durante o después de la lectura, se pueden realizar de forma individual o colectiva, de forma escrita, oral o simplemente mediante un dibujo o una actuación. Eso ya dependerá de qué es lo que quieres conseguir que desarrollen en cada momento.

Reflexionando, me he dado cuenta que se nos ha abierto un mundo de posibilidades, que la animación a la lectura puede ser algo divertido a la par que didáctico, olvidando los aburridos e inútiles cuestionarios que se te planteaban al final de una lectura. Lo único que necesitamos es un poco de iniciativa y trabajo, que al fin y al cabo, es a lo que debemos aspirar como maestros.

Para más información véase:



ARTÍCULO 3: BLOQUE III “LITERATURA ESPAÑOLA Y CULTURA LITERARIA”

Todos nosotros tenemos una concepción errónea de la literatura española. Llegamos al instituto y nos presentan una asignatura llamada “literatura española”. En ese momento, nos asustamos y nos esperamos lo peor. Este es un grave problema que arrastramos generación tras generación, un método de enseñanza de la literatura totalmente erróneo, en el cual debes memorizar muchos autores y obras para plasmar en un examen. De todos estos autores, movimientos literarios y sus obras, podría enumerar una mínima parte de todos los que estudiamos, además de atribuir obras a autores que no son los que las escribieron así como situar a autores en movimientos o épocas que pueden llegar a ser todo lo contrario a su estilo. Esto es la causa por la que critico tanto el método de enseñanza, pues todo lo que estudiamos lo olvidamos, además de aburrirnos como nunca, justo lo que no debería de hacer la literatura.

En esta asignatura, he podido abrir un poco los ojos, viendo que la literatura va muchísimo más allá y no necesita ser la asignatura memorística y aburrida que nos hacen creer que es.

La literatura debe ser dinámica, divertida y didáctica, donde tú mismo te intereses por autores y obras, dejando que tu imaginación actúe y creando, un concepto que los profesores de hoy en día han olvidado por completo. Por otro lado, creo que la cultura literaria, en general, no existe en este país excepto en casos muy excepcionales. Lo que han conseguido con todo esto, es infravalorar a la literatura como asignatura y hacer que la literatura no llegue a ser un hobby para la mayoría de nosotros.

Por todo esto y después de quedarme a gusto, me gustaría hacer un muy breve repaso de la historia de la literatura en este país mediante un esquema y, a continuación, exponer y reflexionar cómo cambiaría yo este método, dejando a un lado lo puramente memorístico y dando paso a la actividad y el dinamismo:




Actividades que propondría con el fin de acabar con la literatura aburrida actual:

- “Gymkana de literatura”: Durante esta actividad, los niños y niñas deberán realizar una serie de pruebas relacionadas con la literatura de nuestro país. Cada una de las actividades que propondría en la gymkana tendrían que pertenecer a una época de la literatura española, dejando a cada una un espacio en las instalaciones del centro, donde puedan poner un cartel con el nombre de ésta. Los niños deberán pasar por cada una de las épocas, vistiéndose y actuando, en la medida de lo posible, como se actuaba en la época, aprendiendo y conociendo el contexto histórico y cómo era la vida de la época. Dentro de cada espacio, dentro de cada época, deberán realizar un par de pruebas, las cuales deberán implicar tanto la destreza mental como física, ya que ambas son importantes para la evolución del niño. Cada uno de los niños deberá representar en cada época un autor, familiarizándose con él y con su personalidad, sabiendo alguna obra característica del personaje, ya que los compañeros, como curiosidad, le preguntarán. Además, una vez finalizadas las actividades de cada época se le dará a cada niño/a un trozo de “mapa del tesoro”. Una vez hayan completado las actividades de cada época, deberán, ayudándose entre compañeros, completar este mapa del tesoro que les llevará a un cofre escondido donde, los ganadores de la actividad propuesta, ganarán un libro que será analizado y elegido previamente por nosotros, los profesores. Esta actividad debe desarrollarse por ciclos, para que el nivel sea bastante parecido.

- “Actores literarios”: Cada niño deberá elegir un personaje de la literatura española (a poder ser, que no se repitan y variando las épocas). Una vez elegido el personaje, deberán documentarse un poco y meterse en el papel, conociendo su personalidad, el contexto histórico en el que se desarrolla la vida del personaje, así como sus obras clave y alguna curiosidad del autor. Una vez los niños lo hayan preparado en casa, deberán vestirse y comportarse de acuerdo al autor y la época elegida, creando una especie de teatro en clase, en el que cada uno de ellos se presente. Después de esto, bajarían al comedor del centro, donde se realizaría un pequeño aperitivo, donde los niños deberán charlar acerca del personaje escogido, lo que haría que cada uno de ellos conociese su personaje así como los personajes que representan sus compañeros de clase, de algún modo fomentaríamos el interés por aprender de cada uno, ya que lo están representando sus compañeros y a cada uno se les vendrán a la cabeza montones de preguntas acerca de la vestimenta y el comportamiento de los compañeros.

- “Nuevas obras”: Durante esta obra, los niños deberán elegir un personaje de la literatura española así como su obra, documentarse a cerca de él y luego escribir un texto en el que plasmen la personalidad del personaje elegido y las características propias de la época en la que vivió. Esto luego se leerá en clase y se comentará, argumentando el porqué de lo escrito, según las características del autor y la época.

Estas actividades, así como muchas otras que se podrían desarrollar en los centros durante para la asignatura de literatura española, fomentaría la motivación de los niños para aprender literatura. Tengo que puntualizar y decir que los niños no deben documentarse plenamente sobre el autor y la época en la que vivió, deben documentarse superficialmente, cada uno según lo que le interese, siempre y cuando tengan motivación para realizar de forma correcta las actividades.

Debemos cambiar tantas cosas referidas a la asignatura de literatura española, que no me cabrían en esta entrada, pero lo fundamental y lo que yo más trabajaría en clase, es la imaginación y la creatividad, cuestionada y encerrada bajo llave en todas en las cabezas de los niños.

Ojalá cuando esté dando clase pueda hacer algo por ellos, pueda liberar a su imaginación y que salga a la luz, dejando ver el mejor lado de los niños, pues para mí un niño que no puede expresarse y no puede dar rienda a su imaginación, es un niño atormentado y reprimido, que se limita a realizar lo que se le dice en la escuela según unas estrictas pautas pertenecientes a un método de enseñanza erróneo y perjudicial.

Tenemos que dejar la comodidad a un lado y conseguir trabajar con ellos plenamente, con las mínimas barreras y directrices posibles.

Para ampliar la información véase:


ARTÍCULO 2: BLOQUE II "TEXTOS FOLCLÓRICOS. SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN"

Para comenzar este artículo, lo primero que debo explicar es qué es el folclore. El folclore es una tradición cultural que va desde la música, a la forma de vestir, el arte, la gastronomía… Son los elementos que forman parte de una cultura y que se ven desde hace muchos años atrás. Dicho concepto, se suele estudiar desde la antropología y la sociología.

En cuanto a los textos folclóricos, debemos destacar las siguientes características:

- Estos textos no tienen autor, se transmite por el boca a boca, oralmente, por lo tanto, estos textos van cambiando cosas que suceden durante el mismo, de una forma intencionada o sin intención.

Todo esto, hace que, al no tener autor, encontremos distintas versiones de la misma historia a lo largo del tiempo, por lo que nunca podremos determinar cuál es la versión original.

- También, es imposible reconocer cuál es la versión original y cuál es el origen de la misma, ya que el origen es lejano y desconocido.

- Estos textos, como ya he dicho, se transmiten por el boca a boca, de forma vertical, pero también se transmiten de forma horizontal, gracias a la gente que traía o llevaba historias a lo largo de sus viajes.

- Estas historias en su origen no eran para niños. En esa época, la gente no tenía televisión ni nada por el estilo, por lo que, a la caída del sol en los pueblos, pasaban el rato alrededor de la hoguera contando historias para entretenerse.

Para continuar me gustaría comenzar con una clasificación de los textos folclóricos, escueta, pero que sirva de referencia. Pero antes, como curiosidad, me llamó mucho la atención algo que escuché en clase, que es que se cree que “Pulgarcito” y “Los siete cabritillos” son la misma historia que, por la tradición oral, se han ido desarrollando por separado.

Comenzamos con el teatro folclórico, el cual se transmitía oralmente. A su vez, el teatro folclórico se divide en tres ámbitos:

 Representación de carácter religioso, que son representaciones que se realizan como celebración de alguna fiesta religiosa como puede ser la “Semana Santa” o el “Corpus Christi”. Aun así, también se pueden encontrar estos textos de forma escrita, como los autos sacramentales, los cuales los estudiaban la gente con poder económico para representarlos delante de la alta sociedad, mientras que la gente con menos recursos se los aprendían de memoria escuchándolos, ya que, al no tener recursos, no sabían ni leer ni escribir.

- Por otro lado, se encuentran las representaciones profanas, representaciones de un tiempo pasado en un pueblo o ciudad, así como las representaciones para conmemorar alguna época del año, como antiguamente se representaba para conmemorar la época de cosecha. También, el pueblo, sin ser programado, representaba burlas o mofas hacia los señores feudales, que, de algún modo, les entretenía.

- Además, encontramos los cómicos de la legua, que son personas que, al quedarse sin trabajo y no tener recursos, se juntaban en un carromato para viajar de un pueblo a otro realizando representaciones. Después del tiempo, esto evolucionó y comenzaron a ser reconocidos como actores formándose y especializándose. Ganaban el dinero que la gente les proporcionaba como donativo, no eran unos ingresos fijos. Esto evolucionó, creando “los títeres de cachiporra”, representaciones de historias con marionetas de manos, en los cuáles, la historia solía contar que había un muchacho, que tenía algo muy preciado y un malvado personaje se lo arrebataba, entonces el muchacho iba a por él para recuperarlo y acababa consiguiéndolo y dando un escarmiento al personaje malvado, normalmente golpeándole con una cachiporra. Esto es el famoso "teatrillo" al que solíamos acudir cuando éramos pequeños, donde los títeres hablaban y preguntaban al público, y nosotros como público teníamos que involucrarnos en la historia y conseguir ayudar al protagonista advirtiendo de peligros e indicando por qué lado debía ir para conseguir cazar al malvado. Tengo muy buenos recuerdos de aquellas representaciones y me llama mucho la atención que esto todavía exista después de tantos años.

En cuanto a la poesía folclórica, la mayoría de estas están ligadas a un tema musical y lúdico, la mayoría de ellas recogidas en cancioneros más tarde aunque previamente iban transmitiéndose por el boca a boca. La mayoría de estas poesías o canciones, las utilizaba el pueblo para pedir cosas a los santos, así como utilizadas para bendecir la mesa o recitadas antes de dormir.

Además, cabe destacar en este género, el papel de las canciones populares que solemos conocer y que poco a poco se están perdiendo, transmitidas de padres a hijos y utilizadas para jugar, la mayoría de las veces. El único problema que encontramos a esto, es que muchas de ellas ya se habrán perdido y, poco a poco, nosotros las estamos perdiendo ya que la forma de juego de los niños ha cambiado por completo, siendo la tecnología el único método para jugar con los amigos, encerrándote en un mundo virtual. No estoy en contra de la tecnología, pues me parece algo muy útil y un avance en la sociedad, pero como todo, el exceso es malo y creo que no estamos sabiendo cómo controlar esto, sin posicionarnos en un punto medio entre la tecnología y la tradición, lo que, a mi forma de verlo, nos hace más infelices y sobre todo estamos formando niños “frustrados” y aburridos.

Para finalizar con la poesía folclórica, debemos destacar la figura de Pedro Cerrillo, que abajo dejaré un enlace donde podréis encontrar su vida y su obra.
Por último en cuanto a la clasificación de los textos folclóricos, encontramos la prosa, donde destaca Vladimir Propp, un antropólogo ruso que destaca por ser el primer hombre que estudió académicamente los textos folclóricos, obviamente, sólo textos en ruso. Para este autor existen cuatro categorías para clasificar los textos folclóricos en prosa:

- Mitos: Los cuáles deben tener un carácter religioso o simplemente que aparezca algo relacionado con la religión.

- Cuentos de animales: Que a su vez se dividen en dos. Por un lado nos encontramos las fábulas, que son textos alegóricos que, como ya sabemos, pretenden enseñar algo mediante una historia. Por otro lado, están los cuentos de animales, que se trata de textos animistas en los que los seres humanos están representados por animales, representando así roles reales humanos.

- Cuentos de fórmula, que la persona que los cuenta debe saberse un par de fórmulas, las cuáles sustentan el cuento.

- Los cuentos de hadas o maravillosos, en los cuáles siempre hay un personaje que acompaña y ayuda al protagonista, como la famosa hada madrina de Cenicienta o el incansable Pepito Grillo en Pinocho.

También, en este género, destaca Perrault, un adaptador de cuentos para adolescentes y adultos. Siempre hay que saber distinguir entre adaptador de cuentos y recopilador, como eran los hermanos Grimm. Entre las obras más famosas de Charles Perrault, encontramos títulos tan conocidos como “Barba Azul”, “Caperucita Roja”, “Pulgarcito” o “El gato con botas”. Al final del artículo dejaré un link donde poder echar un vistazo a estos cuentos. Además, en este género, destaca Madamme Prince de Beaumont, los cuentos de esta mujer no tenían una intención didáctica.

Después del siglo XVIII, se olvidan un poco los textos folclóricos, pero, en el siglo XIX, salen a la luz los mejores recopiladores de cuentos folclóricos, “Los hermanos Grimm”, dos hermanos alemanes que eran filólogos que, en esa época, al darse el nacionalismo, recopilaros cuentos puramente alemanes, pero en realidad la mayoría de las historias eran europeas, ya que el primero fue Charles Perrault. La primera edición de cuentos que sacaron los hermanos Grimm fue “Cuentos de los niños y el hogar”, edición que se agotó.

Después de un tiempo, hubo quejas por parte de los padre ya que los textos de los hermanos Grimm eran muy duros para niños. Después de un tiempo, cedieron y suavizaron un poco las historias, las modificaron y omitieron según que detalles, pero aun así ellos querían dejar sus historias lo más parecidas posibles.

Hay que apuntar que el contexto histórico de los hermanos Grimm, fue el Romanticismo, donde constantemente se escribía a cerca del amor desgraciado y el dolor. Por otro lado, llego el realismo como “contracorriente”, que se basaba en que el texto fuese realista. Esto no hacía bien a las historias de los hermanos Grimm ya que, por ejemplo, era imposible que un niño del tamaño de un garbanzo matase a un gigante. Un ejemplo de cuento puramente realista es “Pinocho”, que, en forma de cuento, contaba la vida de los niños de la calle, como robaban y engañaban para sobrevivir, aunque, aun siendo de la corriente realista, se utilizan datos fantásticos.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, en Dinamarca destaca “Hans Christian Andersen”. A él lo que verdaderamente le gustaba era ser guionista de teatro y ópera, pero para mantenerse económicamente empezó a escribir cuentos para niños y se hizo famosísimo, aunque él se sentía completamente frustrado porque en realidad le aburría escribir ese tipo de cuentos. Gracias a él se esculpió la famosa escultura de “la sirenita” en Copenhague, destino turístico famoso en la actualidad. Por lo general, sus cuentos eran realistas. Un ejemplo de ello es “La cerillera”, el ejemplo más típico de los cuentos puramente de Andersen. Por otro lado, tuvo otra faceta como adaptador o recopilador de cuentos, él cogía un cuento y quitaba lo que no le gustaba y dejaba lo que le gustaba. Los personajes que utilizaba Andersen en sus cuentos “inspirados”, son personajes coetáneos (que no pertenecen a la época). En cuanto a la personalidad del autor, era una persona muy triste y poco agraciado físicamente por lo que la mayoría de sus historias lo reflejan. Ejemplos claros de esto son “El patito feo” y “El soldadito de plomo”. Además, era homosexual, lo que, en la época, era algo bastante negativo, pero aun así era un personaje muy popular por sus escritos.

La mayoría de los textos folclóricos siguen esta estructura: Hay un planteamiento, en el cual el personaje principal se encuentra en su núcleo familiar. Después encontramos el nudo, en el cual deben abandonar el núcleo familiar para ganarse la vida, obviamente haciendo frente a los peligros del mundo exterior. Y por último un desenlace, que puede ser de dos tipos. Si el personaje hace lo que debe hacer supera los peligros que se le plantean en el exterior, pero por el contrario, si son poco inteligentes y no hacen lo que deben hacer no superan los baches que encuentran en el exterior, siendo salvados por algún otro personaje y volviendo a casa o incluso terminando en la muerte. Un ejemplo claro de la estructura típica de los textos folclóricos es “Caperucita roja”, la cual debe abandonar su hogar por un cometido que le encomienda su madre, pasando por los peligros que le plantea el lobo en el exterior y acaba fracasando pero siendo salvada por el cazador, aunque todo esto también depende de quién lo escriba, pues, al ser textos folclóricos, hay montones de versiones y diversos desenlaces. De acuerdo a esto, ¿te animarías a crear tu propia versión de algún texto folclórico como “Caperucita roja”? De este modo desarrollas tu creatividad y tu imaginación, en un futuro, adaptaré cuentos para mis alumnos según su edad, dando rienda suelta a mi imaginación, algo muy preciado para mí, que no debemos nunca de “encerrar nunca en una jaula”, debemos dejarla libre.

Por último, si algún día queremos adaptar un cuento, tenemos que tener en cuenta que podemos cambiar los sexos de los personajes o características similares, pero los roles de éstos hay que dejarlos tal cual, al igual que el motivo por el cual el personaje principal deja el núcleo familiar.

Páginas interesantes de acuerdo al tema tratado:

ARTÍCULO 1: BLOQUE I "LITERATURA INFANTIL. ANÁLISIS Y SELECCIÓN"

Durante el estudio de este primer bloque, poco a poco me he ido dando cuenta que es muy importante nuestro papel como maestros a la hora de analizar y seleccionar la literatura destinada a nuestros alumnos, ya que ésta debe estar adecuada a su etapa de evolución. Pero, por otro lado, pienso que no sólo es importante conocer el momento de evolución en el que los niños se encuentran, también como maestros, y más si somos tutores de algún grupo, debemos conocer las características de nuestros alumnos para seleccionar los textos, pues hay tanta variedad, que, bajo mi punto de vista, debemos seleccionar lo adecuado.

Para comenzar con el bloque en cuestión, debemos conocer qué es la literatura y, como dice la “R.A.E.”, seleccionando la definición adecuada al tema, la literatura es “el arte que emplea como medio de expresión una lengua” así como “el conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género”.

En cuanto a la definición de literatura infantil, se podría definir como aquellos textos literarios que están creados para los niños entre cero y doce o catorce años, cuyo objetivo principal es acercar a los niños una experiencia artístico-literaria.

Debemos conocer qué es un texto literario y un texto literario debe seguir una serie de pautas: Por un lado, un texto es literario cuando pertenece a uno de los tres géneros literarios (narrativa, poesía o teatro); además, debe hacer un uso explícito de la función poética del lenguaje, a través de las figuras literarias, que tanto hemos estudiado y aborrecido en nuestra etapa de la Educación Obligatoria; también, deben ser obligatoriamente de ficción; y por último, un texto literario debe tener como intención principal una intención artística. De este modo, una fábula, por ejemplo, no podría ser literaria ya que su principal intención es enseñar.

Además, debemos saber identificar qué son los textos “paraliterarios”, que son textos que cumplen casi todas las características de los textos literarios pero la mayoría de las veces fallan en la característica de ser de ficción así como en su intención artística.

También, un concepto importante de este bloque, es lo referido a la “subliteratura” que se trata de un tipo de literatura que su primera intención y primordial es puramente económica.

Por otro lado, a lo largo de la historia, podríamos dividir la literatura en dos: La literatura culta, que era una literatura escrita para las personas que saben leer y escribir (escasa parte de la población, ya que era un privilegio que sólo los adinerados podían disfrutar) y la literatura popular, donde entran los textos folclóricos, que al principio de los textos no se escribía ya que no se sabía ni leer ni escribir, se transmitía por el boca a boca, por lo que cada vez que se contaba se cambiaba o se aportaban acontecimientos o datos a la historia. 
Después de un tiempo, la gente quiso empezar a escribir aquellas historias, por ello es por lo que los textos folclóricos no tienen autor.

Ahora realizaremos un breve recorrido por la historia de la literatura infantil, muy desconocida por mí, hasta el momento, ya que es un tema que nunca he abordado en clase ni en ningún otro lugar:

En el siglo XVI, se empezó a dar la lecto-escritura entre niñas, aunque esto era simplemente el comienzo, ya que los únicos que sabían leer y escribir eran los varones.

En el siglo XVII, Lope de Vega fue el único autor que se interesó y escribió para niños, fenómeno que, hasta el momento, no se había dado. Este escrito estaba destinado para uno de sus hijos, del que sentía especial predilección.

En el siglo XVIII salió, en Francia, un libro de fábulas para niños, su autor era Fontaine y los autores Iriarte y Samaniego más tarde imitaron. Las fábulas de Iriarte fueron fábulas literarias, mientras que las de Samaniego eran fábulas morales. A finales del siglo XVIII salió “La gaceta de los niños” que se trataba de un periódico para la infancia, el primero de su sector que se publicó en España.

En el siglo XIX existe una figura que se llamaba Fernán Caballero, pero en realidad era una mujer llamada Cecilia.

Por otro lado, cabe destacar la figura del padre Coloma, que “inventó” o adaptó la historia del Ratoncito Pérez, que contaba que al rey niño se le había caído un diente y, ya sabéis como sigue la historia. Este autor, siempre en sus historias solía dejar una pequeña moraleja, obviamente católica. Además de esto, en sus obras, los elementos de paganos de las historias en las cuales se basaba para adaptar los modificaba. Un ejemplo de esto es cambiar a la famosa hada madrina por el ángel de la guarda. Además, en sus historias, el mal estaba representado por el demonio, con el alias de “Pedro Botero”, así como el infierno llamado por el “las calderas de Pedro Botero”. Este autor no sólo adaptaba historias, sino que también creaba textos para niños y, la diferencia que había entre éstos y los comunes textos folclóricos era que él ambientaba las historias y los nombres según la época y no comenzaba los relatos con el típico “Había una vez en un lejano país…”

A finales del siglo XIX y siglo XX destaca Saturnino Calleja Fernández un personaje que no era escritor, sino editor de libros y comenzó a editar literatura infantil para los niños de ricos. Éste utilizaba lo que se llamaban “negros” para editar sus historias (hacía un contrato con estas personas, en el cual él les pagaba una cantidad de dinero por los escritos pero el logro se lo llevaba él).

Debemos realizar un parón en este repaso de la historia de la literatura infantil, para destacar que, durante todo ese tiempo, los personajes eran personajes planos (personajes que se pueden describir pero no tienen una psicología precisa. Además estos personajes no tienen una evolución en la historia, normalmente escarmientan pero no hay ningún tipo de evolución en su visión de la realidad).
Pero en 1928 solo existe un ejemplo que se desmarca de estas características, una obra llamada “Cecilia” perteneciente a Elena Fortún (pseudónimo que utilizaba la autora). En 1929 ésta saca uno de los libros de “Cecilia” que es el primer ejemplo de personaje con una evolución en la historia, dejando atrás el típico personaje plano. Todo esto no volvió a darse hasta veinte años después, digamos que fue una excepción de la época.

A finales de los cuarenta y principios de los cincuenta sale el personaje de “Antoñita la fantástica”, un personaje que no es plano así como “La Tomasica” y “Matilde, Perico y Periquín”. Estas dos obras se sacaron de un programa de radio que, al tener mucho éxito, se escribieron y sacaron. Por último, se sacaron los primeros libros a todo color en todas sus páginas, en los años cincuenta, llamados “Maripepa”.

Para destacar de este bloque, debemos saber que un escritor de literatura infantil debe conocer la psicología evolutiva de los niños, deben conocer sus habilidades motoras así como sus características psicológicas, entre otras, no es suficiente ser un buen escritor. Es muy importante que el autor conozca esto ya que el niño, al leer, se sentirá identificado.

Como conclusión, debo aclarar que tenemos un largo y duro trabajo como maestros, haciendo lo posible por conocer perfectamente las características de los alumnos de nuestra clase, así como sus gustos, ya que lo principal como maestros de literatura en primaria es que despertemos en los niños el gusto por la lectura, erradicando por completo la lectura por obligación. Además, debemos utilizar la literatura como un modo de hacer volar su imaginación, algo muy ligado a la creatividad que, bajo mi punto de vista, es esencial en los niños, no cortarles las alas y que den rienda suelta a un concepto tan bonito como es la imaginación.

Para ampliar un poco todo esto, podéis consultar las siguientes webs: